Vida Independiente
Proyecto “Apoyo Activo”
El apoyo activo es una forma de trabajo que tiene como objetivo que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo aumenten su participación en actividades cotidianas de forma que vivan experiencias significativas. El apoyo activo implica escuchar y apoyar a una persona cómo quiere vivir su vida en la en la actualidad y en el futuro y proveer apoyo para aumentar su participación, elecciones y control sobre sus propias vidas.
El aumento del nivel de participación de las personas, a su vez, produce una reducción de la frecuencia e intensidad de las conductas desafiantes. Esto consigue impactar de forma positiva en la calidad de la vida de las personas con discapacidad intelectual y quienes les rodean: familiares, profesionales, voluntariado o comunidad en general.
Se trata a la vez de una filosofía de un modelo de atención, un conjunto de prácticas de trabajo, una forma de capacitar al personal de apoyo y un método sistemático basado en evidencias. Se considera una forma de implementar los enfoques de trabajo centrados en la persona, el apoyo conductual positivo y la comunicación con personas de una manera que promueva su participación.
En esta línea, una de las prioridades de la Federación es la apuesta clara por la innovación social y el apoyo a las entidades en la implementación de metodologías y experiencias innovadoras (a través de pilotajes).
Estimulación Cognitiva con NeuronUP
Herramienta de estimulación cognitiva profesional con ejercicios de rehabilitación cognitiva para personas con demencias, discapacidad intelectual, enfermedades neurodegenerativas, daño cerebral, TDAH, entre otros.
La meta de la rehabilitación neuropsicológica es mejorar el desempeño funcional de una persona y compensar los déficits cognitivos resultantes de un daño cerebral con la finalidad de reducir las limitaciones funcionales, aumentando la habilidad de las personas para realizar actividades de la vida diaria.
Proyecto Camino
El proyecto piloto Camino se puso en marcha en el año 2016 con el objetivo de aplicar un modelo de atención integral y centrado en la persona. Para ello se tuvo en cuenta las ocho dimensiones de calidad de vida (Habilidades de la vida diaria, Estimulación cognitiva, Estimulación sensorial, Habilidades Sociales, Ocio, Uso de la comunidad y Comunicación).
Una docena de personas con discapacidad gravemente afectados, sus familias, así como los profesionales de la organización, participaron en esta experiencia innovadora.
Al finalizar el pilotaje, todos los participantes habían mejorado sus capacidades en las ocho dimensiones independientemente de la necesidad de apoyo más o menos generalizado que precisan.
En la actualidad, se sigue trabajando con las herramientas puestas en marcha a través del proyecto para exportar el modelo a la totalidad de los usuarios del centro.